La ilusión era mucha y la afición puso toda la carne en el asador, el equipo lo dio todo, pero el Barcelona está en un nivel muy superior.
El fútbol es así, el larguero del remate de Rodrigo podría haber cambiado el devenir del partido, pero no entro y cuando no entran se termina pagando.
De todas formas, pese al esfuerzo realizado por el equipo en los 90 minutos en los que nunca bajo los brazos, se demostró que estamos lejos del nivel del Barcelona, no solo con esfuerzo y lucha se consiguen grandes cosas, al equipo le falta plantilla y alguna pincelada de calidad, necesaria para poder competir con estos equipos tan grandes.
La afición como es normal estuvo y empujo dando todo el ánimo posible al equipo, pero en esta ocasión no pudo darle una pizca más para que el equipo consiguiera la victoria.
Ahora reponerse y pensar en la Liga para conseguir otro gran e importante objetivo clasificarse para la champions.