La expedición valencianista salía este pasado jueves hacia el Benito Villamarín para disputar la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Ni más ni menos que 5 autobuses llenos de aficionados, organizados por l’Agrupació y el Club, se desplazaban hasta Sevilla para luchar junto al Valencia CF por un buen resultado. Por delante, más de 650 km y más de 9 horas de un duro viaje, pero tan solo se respiraba ilusión, esperanza y motivación para enfrontarse al Betis, ya que todos eran conscientes de que estábamos a 180 minutos de una final.
Ya en Sevilla, pronto se hizo notar la afición valencianista cantando sin parar bajo el lema ‘queremos la Copa’. Reunidos todos en la zona visitante del estadio, unos 700 blanquinegros esperaban con nervios el pitido inicial. Era muy importante salir de allí con un resultado positivo, pero había que sufrir. El Betis empezaba metiendo dos goles, un vaso de agua fría para un Valencia CF que supo reaccionar y plantar cara con un revolucionado Gameiro. La afición no dejó de lado a su equipo y vio como daba la vuelta al partido y empataba el duelo en el tiempo de descuento, provocando una enorme fiesta y alegría entre los desplazados que se fundían entre gritos y abrazos.
Tras celebrar el empate con los jugadores, los aficionados permanecieron media hora dentro del estadio esperando la orden del cuerpo de seguridad para poder abandonarlo, aprovechando así para seguir cantando y celebrando es empate ‘in extremis’. De esta forma, el viaje de vuelta se hizo un poco más ameno. Todo se decidirá en Mestalla el próximo 28 de febrero. El Valencia CF está ahora mismo a 90 minutos de una final… ¿soñamos?